La reproducción asistida por medio de la donación, se ha vuelto una práctica común para ayudar a los pacientes que son incapaces de concebir.
En algunos países está prohibida la donación, por lo que distintas parejas pueden visitar otros países para recibir tratamientos con donantes, estos pueden ser donantes anónimos o donantes conocidos.
Una mujer puede donar sus óvulos para que sean utilizados por otra mujer, o una pareja, por medio de la Fertilización In Vitro (FIV).
La donante de óvulos debe someterse a un tratamiento hormonal de estimulación ovárica, y a una intervención quirúrgica llamada punción folicular, para obtener los óvulos del interior de los folículos del ovario. Suele ser un proceso sencillo y rápido, que se realiza bajo anestesia.
Para ser donante se debe tener entre 18 y 35 años, además de ser saludable tanto física como emocionalmente, entre otros aspectos que la clínica debe establecer antes.
Para la mujer que desea embarazarse, debe entrar en un tratamiento hormonal, para tener un endometrio adecuado para la implantación de los embriones transferidos al útero.
La donación de esperma puede implementarse por inseminación artificial, o Fecundación In Vitro.
Este proceso suele ser más sencillo que la donación de óvulos, el donante debe depositar el eyaculado en un bote estéril; la muestra se obtiene por masturbación, después de 3 a 7 días de abstinencia.
El donante de semen debe tener entre 18 y 40 años, además de una excelente calidad seminal para que el esperma sea capaz de sobrevivir a la congelación, todas las muestras se congelan durante 6 meses, este tiempo es necesario para confirmar la ausencia de infecciones como el VIH.
Diversas situaciones de infertilidad pueden crear la necesidad de recurrir a la donación de óvulos o esperma, como tratamiento reproductivo.